Cuando se comenzó la comercialización del cigarro, la publicidad que se le daba al producto era avalada por médicos psiquiatras y psicólogos quienes aseveraban que la ingesta de nicotina ayudaba a la relajación y era un coadyuvante en el tratamiento de trastornos depresivos y de estrés. Hoy en día, dada la alta tasa de mortalidad producto de enfermedades del tracto respiratorio como el cáncer de pulmón, la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud) comenzó una campana de concientización para la disminución del consumo del cigarrillo ya que por poseer nicotina es altamente adictivo y en conjunto con los demás componentes del cigarro producen muchas enfermedades.
La adicción en el mundo entero ha convertido a la nicotina en un vicio peligroso, altamente dañino no solo para los que lo consumen (Fumadores activos) si no también para quienes lo rodean (Consumidores pasivos) los cuales inhalan el alquitrán residual en el humo.
El uso de la nicotina en el cigarrillo es tal vez la mas popular que se conoce, sin embargo, hoy en día se le esta añadiendo a bebidas energéticas con el objetivo de lograr una adicción hacia ellas. Estas bebidas, ricas en contenidos proteínicos estimulan el cuerpo mediante el uso de la nicotina, aportando vigor y entusiasmo para un mejor rendimiento en la actividad física que se esta realizando. A pesar de que no se les considera una droga, y no son tan dañinas para el cuerpo como el cigarro, los energizantes con nicotina representan una considerable area adictiva de productos con este alcaloide principalmente en jóvenes, que son quienes la consumen más.