El ocrelizumab ésta diseñando para que ataque de manera selectiva a la proteína CD20B, las cuales poseen una especie de inmunidad y se cree que juegan un papel importante en el deterioro de la mielina y los nervios lo que es un rasgo común en los pacientes con esclerosis múltiple, el fármaco actúa uniéndose a la superficie de dicha proteína, para de esta manera preservar las funciones más importantes del sistema inmunológico.
Este medicamento recibió la aprobación de la Agencia Americana de medicamentos al mostrar grandiosos resultados en la fase III, donde se probó que ha tenido mejores resultados en comparación a un placebo, reduciendo en gran manera la progresión de la discapacidad, según expertos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona quienes han sido los encargados de encabezar la investigación, el fármaco retrasa por lo menos en 12 semanas a la progresión de la enfermedad en su fase inicial. En este experimento participaron 732 pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva y se demostró que se disminuyó en un 24% la progresión y al haber transcurrido 120 semanas se disminuyó el tiempo requerido para caminar en un 29% la cantidad de lesiones cerebrales mejoró en un 3.4% y la pérdida de volumen cerebral bajó en un 17.5%.
Ésta enfermedad afecta alrededor de 2.5 millones de personas en todo el mundo y se presenta cuando el sistema inmunológico ataca de forma anormal a la mielina, lo que causa daños en el cerebro y médula espinal, esto a su vez afecta al nervio óptico, causando, debilidad fatiga y dificultad para ver, que con el pasar de los días puede convertirse en algo más serio.
Hasta ahora la esclerosis múltiple no tiene cura por ende los pacientes que padecen esta discapacidad carecen de algún tratamiento disponible, es por ello que el ocrelizumab a pesar de estar aún en fase experimental ha dado buenos resultados, siendo un gran avance esperanzador para los afectados y la ciencia misma.