El osteofibroma es una lesión que se puede expandir, su crecimiento es paulatino y generalmente es asintomática, suele manifestarse en la mandíbula en el área de los molares y premolares, sin embargo, en algunas circunstancias pueden dañar otros huesos craneofaciales, su tamaño puede variar entre 1 y 4 cms, su desarrollo lento permite que se extienda y se desmejoren las placas corticales bucal y lingual. Habitualmente se manifiesta en las personas con edades entre los treinta y cuarenta años, y generalmente lo padecen las mujeres.
Entre sus particularidades radiológicas está que presenta bordes definidos, con manifestaciones inestables que necesitan de su maduración o del número de calcificaciones existentes, en oportunidades la osteofibroma puede originar desplazamiento de los dientes y pocas veces llega a ocasionar resorción de las raíces molares. Su delimitación radiológica permite que este tumor pueda ser separado del hueso sano y que mayormente se puede evidenciar a través de la radiografía.
Los médicos recomiendan para su tratamiento una extirpación quirúrgica del tumor ya que como se explicó antes, puede separarse fácilmente del hueso sano. En los niños se especifica una variación de la osteofibroma que es mucho más violenta, denominada osteofibroma juvenil activo, que es poco usual y requiere de un tratamiento más extenso.