La saliva es una sustancia que contiene gran cantidad de proteínas, gracias a ellas se produce en la superficie del diente una coraza invisible que se conoce como película adquirida y es sobre dicha coraza que los cuerpos extraños se acumula y adhieren al diente, dando paso a la placa bacteriana. Cabe acotar que las bacterias que producen la placa se encuentran enlazadas unas con otras gracias a los azúcares que producen los alimentos y otros compuestos proteicos, que además de servir como enlaces, son la principal fuente de alimentos para las bacterias. Es por ello que el enjuagarse la boca no es suficiente para remover la placa y se hace estrictamente necesaria la utilización del cepillo de dientes para poder removerla de la zona donde se localiza.
La formación de la placa y la zona donde se localice la misma es muy diversa dependiendo de cada persona, sin embargo lo que sí es seguro es que su formación es bastante rápida, solo bastan horas para que se adhiera al diente. A pesar de que no suena como una afección de mayor importancia y gravedad, en realidad sí lo es, ya que dicha placa sirve como medio para que las bacteria se proliferen y se desarrollen con gran facilidad, en especial la bacteria estreptococo mutans, responsable principal de la formación de las caries.
Para evitar la formación de la placa es importante mantener buenos hábitos de salud dental y bucal, como por ejemplo tener un correcto cepillado y realizarlo al menos 2 veces al día para de esa forma eliminar los restos de sustancias que promueven la aparición de la placa, de igual forma se debe utilizar el hilo dental para evitar que la palca se forme en el espacio que hay entre diente y diente u otras áreas en donde el cepillo no alcanza a llegar.