Lo curioso de esta tierra rara es que su producción es única y exclusivamente de manera artificial debido a que no se encuentra bajo ninguna circunstancia en la corteza terrestre, su obtención se realiza por medio de la conjugación de uranio con el neodimio o también por el bombardear a dicho elemento con neutrones aumentando su carga atómica, generándose así este producto con un numero atómico de 61, peso atómico de 14 y se representa por las siglas Pm.
Prometió se le otorgo su nombre por su capacidad de emitir luz, haciendo honor al dios nombrado en la mitología griega Prometheus quien según en la historia fue quien le enseño el poder del fuego a los hombres. Los usos que realiza el hombre de este material químico se direcciona más al ámbito industrial y nuclear, siendo base para la fabricación de baterías que funcionen con energía nuclear, este tipo de batería tomara la potencia expedida en el tiempo de degradación del prometió para la obtención de luz utilizando un fosforo, esta fenómeno lumínico seria transformado en energía por un aparato eléctrico parecido a un panel solar esta intensidad duraría aproximadamente unos 6 años. Otro uso en el que se aplica el prometió es como fuente de forma portátil de rayos X, sobre todo para generadores eléctricos que le suministra a satélites o a sondas espaciales así como también a submarinos.
Al igual que cualquier material radioactivo, el prometio posee diferentes efectos adversos o nocivos para la salud humana, siendo así un potente lesionador del aparato respiratorio y hepático como todo el grupo de los lantánidos, sin embargo debido a su alta radiación puede lesionar también a la piel si se ha expuesto por mucho tiempo. A nivel ambiental también proporciona distintos efectos nocivos sobre todo en el agua, en los animales acuáticos produce daños en su mecanismo de reproducción y a nivel neurológico.