Dentro de la radioactividad natural, se pueden estudiar todas las repercusiones que surgen en las sustancias, producto de las emanaciones radiactivas, las cuales se encuentran clasificadas en alfa, beta y gamma. Las que son de tipo alfa, presentan una radiación positiva, mientras que las de tipo beta las tiene negativa y en el caso de la gamma, éstas no presentan carga eléctrica. Estas transformaciones surgen, gracias al poder de incursión que tiene cada clase de radiación. Los rayos que emite el sol es un evidente ejemplo de lo que es la radiactividad natural.
Por su parte, las radiaciones artificiales son aquellas producidas por la mano del hombre con un fin específico, sobre todo si se trata de sectores industriales o médicos. Por ejemplo, en el campo médico, se maneja lo que es la medicina nuclear. Esta rama de la medicina, se enfoca en la realización de tratamientos y evaluaciones mediante imágenes conocidas como gammagramas. Dichas imágenes se fundamentan en las localizaciones de imágenes radioactivas, descubiertas por las radiaciones gamma.
Es importante resaltar el hecho, de que a medida que va avanzando el tiempo la química nuclear ha sido de gran beneficio para la humanidad ya sea para la elaboración de radiofármacos, para el estudio de enfermedades como el cáncer entre muchas otras. Sin embargo, todas estas aplicaciones a pesar de ser provechosas para el hombre, pueden producir residuos, como cualquier otra actividad y que por lo tanto, se requiere de medidas que permitan la preservación del hombre y del medio ambiente.
