Los síntomas se generalmente se extienden dos o más días consecutivos y a lo largo de más de una hora en el día. Ésta es la forma más frecuente de rinitis no infecciosa, pero a pesar de ello, no es igual a asma, sin embargo, puede ser un indicador de que la persona afectada posee predisposición a desarrollar posteriormente los síntomas característicos que se presentan por una hiperreactividad bronquial.
La rinitis determina la producción de hiperreactividad nasal, ante estímulos por efecto de la inhalación de alérgenos. Aquellos pacientes que presentan este tipo de alergia, deben evitar en lo posible prados en período de floración ya que puede resultar afectada por el polen que generan las mismas. No obstante, la fiebre del heno puede presentarse a lo largo de todo el año y de manera constante, sin que guarde relación alguna con las estaciones climáticas.
Por su parte el principal elemento que causa la rinitis son los aeroalergenos, los cuales se suelen clasificar como agentes de interior, exterior y laborales. En el caso de los agentes de interior, los más importantes son los ácaros del polvo doméstico, los cuales son pequeños ácaros que se sitúan en los colchones, muebles, etc. De igual forma son importantes agentes la saliva, los epitelios u orina de animales. Por otro lado, los de exterior incluyen algunas especies de hongos atmosféricos y pólenes. De acuerdo con los expertos, los que provocan mayor cantidad de alergias son los que proceden de las gramíneas, las malezas, como es el caso de la artemisa, la ambrosía y parietaria, además de algunos árboles, por ejemplo, el olivo, ciprés, plátano de sombra, etc.