Se debe recalcar que las deducciones aplicadas al salario bruto, únicamente pueden ser aplicadas por parte del patrono, dichas deducciones pueden variar dependiendo del lugar en donde se ubique la empresa, sin embargo entre las más comunes destacan, el pago del seguro social, jubilación y algunas retenciones por renta conocidas como IRPF o Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas, el cual se realiza por parte de la Agencia Tributaria, en referencia a los pagos que el trabajador deberá realizar en materia tributaria. En el caso de los pagos de la jubilación y el seguro social, se pueden considerar como beneficios que el empleado recibe en forma de otros beneficios.
Por otro lado se encuentran los denominados aditivos, siendo éstos últimos todos aquellos pagos que se realizan al trabajador por motivos diferentes, ya sea por haber laborado horas extras, bonos de productividad, antigüedad del empleado, etc. todo esto puede ir incrementando el salario bruto que un trabajador pueda percibir.
Algo que es muy frecuente en las personas, es que confunden lo que es el salario bruto con el salario neto, muchas veces es solo cuestión de comunicación, pero sin embargo no deja de ser importante establecer las diferencias entre uno y otro, de esa forma se podrían evitar malentendidos. El salario neto por su parte, se define como la cantidad total que el trabajador percibe luego de las deducciones.