Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha cuestionado el porqué de los sismos. Uno de los documentos más antiguos sobre este tema se le atribuye a Thales de Mileto (circa 585 AC), en donde se especulaba sobre las causas naturales de los terremotos. En nuestros días, se ha logrado discernir los suficiente sobre el tema, incluyendo los conceptos del epicentro, el epicentro y las réplicas, además de saber que se tratan de movimientos productos de la liberación de energía en los bordes de las placas tectónicas.
Esta disciplina, es un sentido amplio, tiene ciertos objetivos, siendo estos: investigar la propagación de las ondas sísmicas dentro de la corteza de la Tierra, estudia las causas que dan cabida a los terremotos, estudia las posibilidades de prevenir daños sísmicos, además de alertar a las comunidades que están propensas a ser víctimas de un movimiento telúrico. De esta forma, no sólo se puede mucho más sobre este tipo de fenómenos terrestres, también pueden diseñarse diversos métodos de prevención de daños estructurales, tanto en el ámbito urbano, como en el rural. Esto, hasta la fecha, lo que puede ser logrado a partir de las investigaciones realizadas, puesto que aún no se descubre una forma de predecir los terremotos; aunque, definitivamente, pueden ser identificadas zonas de riesgo.