Un movimiento telúrico provoca la liberación de energía, que hace que la corteza terrestre sufra unos sacudones agresivos, que termina por afectar la superficie (caídas de estructuras, agrietamiento del pavimento, etc. Es importante mencionar que la sismología, es la ciencia que se encarga de investigar todo lo concerniente a los movimientos internos del planeta, así como la dispersión de las ondas mecánicas, que se producen tanto en la parte externa, como interna de la tierra.
Otro fenómeno telúrico son las erupciones volcánicas, estas consisten en explosiones de lava y gases tóxicos que salen a través de los volcanes. Este evento telúrico se origina por el calentamiento del magma (masa de rocas derretidas, ubicadas en el interior de la tierra) el cual trata de brotar por medio de los volcanes. Las erupciones volcánicas pueden ser devastadoras, ya que además de los daños que puede causar en la superficie, también puede acabar con la vida humana, ya sea por las quemaduras o por la inhalación de los gases tóxicos. Cuando las erupciones volcánicas ocurren muy cerca del mar, pueden ocasionar tsunamis.
Por otra parte, se encuentran los llamados planetas telúricos, estos se encuentran conformados por materia sólida y constituida en capas con una alta condensación. Esta clase de planetas cuentan con un núcleo compuesto por elementos metálicos. La temperatura de la superficie es alta, presentan movimientos de rotación lentos, algunos poseen satélites otros no. Son considerados planetas telúricos: la tierra, marte, venus y mercurio.
Geológicamente los planetas telúricos se encuentran clasificados en activos e inactivos. La tierra por ejemplo es considerado el único planeta telúrico que presenta mucha actividad. Venus por su parte suele manifestar ciertas actividades sísmicas y volcánicas; mientras que marte y Júpiter se encuentran geológicamente inactivos.