Por otro lado, la fisioterapia también se encargará de diagnosticar aquellas enfermedades que afectan la capacidad de moverse o los músculos. Para ello, utiliza pruebas eléctricas y manuales que proporcionan una visión general y precisa de la fuerza muscular, el movimiento de las articulaciones y el desarrollo funcional, entre otros problemas.
Esta forma de tratamiento es útil para pacientes con enfermedades ortopédicas, neurológicas, degenerativas, en el pre y postoperatorio de enfermedades, para aquellos que sufren parálisis cerebral, lesiones de nervios periféricos o de la médula espinal, enfermedades cerebrales, amputaciones, accidentes, lesiones, deportivas o para personas que sufren alguna incomodidad del sistema musculoesquelético, como una rotura, un esguince o una contractura.
En general, todos los objetivos se establecen con el fin de aumentar o restaurar la capacidad del cuerpo del paciente o cualquiera de sus partes para realizar actividades funcionales normales, y para eliminar el dolor o la incomodidad causada por la lesión.
Básicamente, la terapia física actuará en aquellos casos en que las funciones que facilitan los movimientos corporales se vean afectadas, ya sea por el sufrimiento de una enfermedad o por haber sufrido un accidente que de repente le causó resentimiento. Entonces, su misión principal será restaurar su funcionamiento satisfactorio para que la persona pueda llevar a cabo su vida normalmente.
La terapia física está presente en casi todos los procesos patológicos de las diferentes especialidades médicas, por ejemplo en obstetricia se encarga de reeducar al paciente antes y después del parto; en gerontología, ayuda a los pacientes que han perdido movilidad; y en cardiología se ocupará de la reeducación de pacientes cardíacos con respecto a la realización de esfuerzos.
La fisioterapia es el resultado de la evolución de un concepto, una filosofía y una práctica a través de los tiempos, las culturas y las circunstancias.
Supongamos que una persona choca con su automóvil y sufre un hueso roto en su pierna izquierda. Después una intervención quirúrgica, el individuo debe desarrollar una rehabilitación física con un especialista para poder volver a caminar y luego, poco a poco, reanudar su vida normal sin restricciones.