Existen dos tipos de gravámenes, el medio que no es más que lo que resultara como tributo de la relación jurídico – fiscal que se genera de este. Y el tipo de gravamen marginal que es elevado en comparación con el primero, que es el que vemos comúnmente cuando las personas que son contribuyentes van a pagar sus impuestos de ley. Son comúnmente los empresarios y comerciantes que desarrollan una actividad legal en el país y a este como estado le corresponde su impuesto para el desarrollo de los planes que estructura para que el aparato productivo tanto público como privado se sustenten.
Ambos impuestos son inclusive proporcionales a la magnitud de la base y de la capacidad del deudor, sin embargo, existen países en que la regulación tributaria establece cuotas fijas como un gravamen que se tienen que pagar en intervalos definidos de tiempo durante todo el año, todo depende de la ingeniería fiscal que administre a ese estado. Este tipo de gravamen favorece a las grandes empresas y complica la situación para quienes tienen que crecer porque si no el impuesto no les dejara tener una ganancia.