Las transacciones financieras se caracterizan por dividirse en dos fases: la entrega de los bienes y el recibimiento del dinero por estos; estas implican cambios en la economía de los individuos que participan. En la informática, las transacciones electrónicas seguras (SET, por su nombre en inglés), fueron diseñadas a petición de las compañías a cargo de VISA y MasterCard, a mediados de los años 90, con el fin de proporcionar seguridad a los usuarios al momento de introducir sus datos bancarios en internet; sin embargo, por el alto coste que suponía, entró pronto en desuso y fue reemplazado por 3-D Secure. Las estructuras de datos, por su parte, necesitan de las transacciones para funcionar correctamente, es decir, la aplicación de ciertos procesos constantemente, para que la estructura logre finalizarlos todos antes de ser alcanzada por el sistema.
En el ámbito jurídico, las transacciones se caracterizan por ser bilaterales, lo que significa que son realizadas por las dos partes involucradas en la litigación; esta característica la distingue de las novaciones, aquellos procesos en los que también se extinguen las obligaciones de litigación, pero que es llevado a cabo por sólo una de las partes. En la psicología, el análisis transaccional es un método de psicoterapia, propuesto por Eric Berne en 1950; dentro de esto, se estudian las transacciones, cuya existencia determina las reacciones y el comportamiento de un individuo en determinadas situaciones. Estas pueden ser complementarias, cruzadas, ulteriores angulares y ulteriores dobles.