Estos procesos de dilatación son por lo general térmicos. La termorregulación de los vasos sanguíneos por medio de la aplicación de calor permite la expansión de los vasos hacia las paredes de la vena, despejando el camino al fluido comprometido. Sin embargo, la aplicación de la vasodilatación clínica ha tomado a un campo de estudio que en la actualidad es un punto de referencia en la sociedad, como lo es la disfunción eréctil.
La disfunción eréctil consiste en la ausencia del recorrido correcto de la sangre por los tejidos cavernosos del pene, si bien es cierto que en la mayoría de los casos no hay presente una constricción que impida el llenado del pene de sangre para erectarse no hay un estimulo complejo que permita el llenado del cuerpo adiposo de fluido. Medicinas como el sildenafil, tadafilo (en sus presentaciones comerciales «Viagra y Cialis») actúan como un agente de vasodilatación de las venas conductoras de sangre, dejando libre paso (previa estimulación sexual) a la correcta dilatación de los vasos sanguíneos del pene.
La vasodilatación espontanea de un tejido implica la rápida y prematura respuesta de este para establecer una corriente sanguínea mayor pero requerida, las emociones fuertes, como la alegría, la desesperación, conducen a un mayor trabajo del corazón al bombear sangre, lo que trae como consecuencia un ensanchamiento de las venas para dar paso a un flujo mas consistente y fuerte.