Este idioma ha sufrido cambios bastante notables a través de la historia, por la influencia política y militar que se podía apreciar en tiempos anteriores. Algunas palabras que se encuentran dentro de su vocabulario han sido préstamos por parte de lenguas germánicas septentrionales y el francés. Se considera al frisón, una lengua hablado por al menos 500.000 personas, uno de los parientes lingüísticos más cercanos al inglés, aunque estas semejanzas sólo se pueden observar en la fase antigua de ambos idiomas.
Dentro del aspecto fonológico, el inglés tiene alrededor de 25 consonantes (27 si se toman en cuenta algunas variaciones de otros países); se les clasifica en cuatro grandes grupos: las fricativas, las oclusivas, las nasales y las aproximantes. Su ortografía, que ha experimentado algunas modificaciones, difiere bastante de la pronunciación de una misma palabra por las vocales, pues, en este idioma el sonido y la escritura son totalmente distintos. Cabe destacar que, debido a las condiciones geográficas, el inglés puede contener palabras o acentuaciones diferentes en los países que lo proclamas como lengua materna o principal.