La invasión de agua en los pulmones o vías respiratorias, puede ocasionar una clase de apnea, debido a que la denominada epiglotis se obstruye para de esta manera resguardar las vías respiratorias, imposibilitando la libre respiración inclusive si se mantiene la cabeza fuera del agua; seguidamente se va agotando el oxígeno que queda en el organismo y ocurre lo que se conoce como hipoxemia o gran disminución de la presión del oxígeno en la sangre.
En el caso del ahogamiento húmedo, existen cuatro estados de ahogamientos, clasificados de acuerdo a su gravedad, que son: estrés acuático, hipoxia pequeña, hipoxia grande y ahogamiento anóxico. En cuanto a los síntomas más comunes están la pérdida parcial o completa del pulso y las pupilas dilatadas.
El ahogamiento también puede darse sin necesidad de líquidos, pero que de igual forma se trata de la falta o ausencia de aire, que se debe a la obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño; y en este caso para brindar asistencia a las personas con este tipo de ahogamiento se puede recurrir a la maniobra de Heimlich, procedimiento de primeros auxilios que ayuda a desobstruir el conducto respiratorio.