Esta nueva modalidad en las relaciones, es muy común entre la juventud de hoy en día, sobre todo en la fase de la pubertad, ya que es aquí donde se inicia el deseo por la sexualidad, la cual precede a la capacidad de querer asumir un compromiso afectivo formal con el otro.
Con estos nuevos tipos de parejas, las sociedades regresan a los comportamientos sexuales, semejantes a los que prevalecieron al comienzo de la humanidad, con la diferencia de que ya esta conducta no es con fines de reproducción. Esto gracias a la masificación de los métodos anticonceptivos.
Muchos de los que adoptan estas clases de relaciones, son personas con un profundo rechazo al compromiso y a todo lo que implique limitar su libertad. Es importante destacar que no todas las personas pueden asumir esta clase de amoríos, ya que uno de los peligros más importantes es el de enamorarse del otro. Es importante aclarar que este vínculo entre los amigovios es de amistad, y que jamás se debe sobrepasar esta barrera, la pareja no debe llegar al enamoramiento, a menos que ambos sientan lo mismo.
Las personas muy enamoradizas, o celosas deben mantenerse alejadas de este tipo de relaciones. Cuando ya no se desea continuar con esto, solo se le pone fin y ya, esto no debe ser tan complicado ya que el juego fue aceptado por ambos.
Existen indicadores que muestran cuando es necesario salirse de estas relaciones algunos de ellos son:
Cuando se comienza a sentir un vacío emocional, luego de estar con su amigovio.
Cuando se comienza a cuestionar a esta relación, considerándola una pérdida de tiempo.
Cuando ya no se desea estar más solo y se anhela una relación seria y estable.
Cuando comienzan los reclamos, celos, rabia, con la otra persona.