Los anfibios se diferencian del resto de los vertebrados, en la transformación que sufren durante su desarrollo. Justamente esto fue lo que les permitió poder adaptarse al medio terrestre. Este cambio tan rudo se le denomina metamorfosis. Esta conversión les ha permitido a los anfibios poder desarrollar, no solo una nueva particularidad respiratoria, sino que se puede observar en el crecimiento de sus extremidades y la aparición de órganos sensoriales que proceden con éxito en ambos ambientes. Es importante resaltar que los anfibios fueron los primeros vertebrados en lograr aclimatarse a una vida semiterrestre
Además de tener doble vida, los anfibios se caracterizan por: tener cuatro patas además de cinco dedos en las extremidades superiores y cuatro en las inferiores. Presentan una piel desnuda que le permite absorber el oxigeno del aire y del agua a través de ella. Cuentan con una respiración, branquial, pulmonar, y cutánea (por medio de la piel). Su reproducción es ovípara. Fecundación externa en las ranas y los sapos y fecundación interna en las salamandras. Su temperatura corporal va a depender de la temperatura del medio ambiente en donde estén, por lo que son animales de sangre fría.
Los anfibios no tienen una temperatura permanente ya que es algo que no pueden controlar, ya que esta va a estar sometida a las condiciones del medio ambiente. La lengua es su órgano de captura, secretando a través de muchas glándulas un líquido viscoso, el cual le permite atrapar su comida.
Existe una gran variedad de especies de anfibios, algunos de ellos son: los anuros, los cuales se caracterizan por su falta de cola, tienen extremidades desiguales y una columna vertebral acoplada al salto. Los caudados, presentan extremidades iguales y tienen cola. Los gimnofiones, llamados también àpodos o cicilias se distinguen por ser excavadores y carecer de patas.
