Una arteria enferma presenta obstrucción cuando las glándulas de Endotelio se forman en una capa que tapa por su parte interior la arteria, también cuando se llena de placas de grasas o colesterol, con un coágulo de sangre o la pared arterial está dilatada o llena de sangre. Es un procedimiento que se lleva a cabo con un tipo de catéter especial, el cual posee en su punta un balón pequeño, que a su vez está recubierto por una malla llamada Stent, que ayuda a corregir la estrechez de las arterias coronarias o venas de cualquier parte del cuerpo, el Stent se introduce plegado y se infla cubriendo la placa o abriendo la obstrucción al expandirse, luego se retira el balón dejando la malla en su lugar manteniendo el conducto arterial abierto y con un flujo sanguíneo sano y constante.
Este procedimiento se realiza dependiendo del tipo, las características y el grado de riesgo del paciente y la obstrucción de las arterias que presenta como el lugar del cuerpo, es decir, que no todos los pacientes son calificados para realizarla. Todo procedimiento quirúrgico tiene unos riesgos que se deben tomar en cuenta antes de realizarlo, los cuales pueden llegar a dañar otros vasos sanguíneos y se puede llegar a sangrar donde esta insertado el catéter y el Stent, en algunos casos se produce un rechazo al producto llamado contraste que se utiliza en la operación para poder visualizar las arterias mientras se realiza el procedimiento, causando daños aparentes a los riñones, se presenta arritmias y se puede llegar a intervenir de emergencia para colocar un bypass coronario, ya que se puede llegar a obstruir más la arteria que despejarla en su totalidad, se presenta infartos o accidentes cerebro vascular entre otros. Todos estos riesgos están entre el 3 y el 5 % de posibilidades de ocurrir en un paciente.