Se hace referencia a la sensación que se siente cuando se tiene hambre, siendo una necesidad primaria y natural que siente cualquier ser viviente ya sea humano, animal, vegetal o microorganismos; en caso del humano puede ser provocado por los otros estímulos psicológicos, que llevan a comer en ausencia del hambre siendo estos factores externos que llegan desde los sentidos como la vista y el olfato, las hormonas tiene parte fundamental en este proceso como la Leptina, permitiendo saber al cuerpo cuando requiere de energía para su funcionamiento correcto, cada ser es independiente y su apetito varía según su ritmo y requerimientos alimenticios, como su dieta diaria o si sufre de algún trastorno de alimentación; ya sea aumentando la ingesta de alimento como la bulimia o la disminuyen a un nivel crítico como pasa con la anorexia.
Por este deseo de placer de comer la mente está constantemente entre estímulos de olores, sabores, presentación de los alimentos que el cuerpo envía señales antes, durante y hasta después de comer, que se pueden llegar a un descontrol sino se controla y se distribuyen bien la ingesta de comida a través del día, manteniendo una dieta saludable y balanceada para que así llegue hacer adecuadamente sana, respetando los horarios para así lograr una vida de disfrute alimenticio de comer para vivir y no vivir para comer.