La apologética busca ofrecer una respuesta a aquellos que tienen dudas acerca de la fe, de lo que se cree; esta respuesta siempre debe ser dicha de una forma sencilla y con mucho respeto. Esta disciplina teológica ha sido practicada desde los inicios de la iglesia en defensa de la fe. Para la religión católica, la apologética, daba respuesta a las muchas acusaciones que de manera injusta le hacían a la iglesia desde diferentes contextos. Los padres apologistas la practicaron más abiertamente, esto le trajo como consecuencia, tener que enfrentarse a muchos peligros, para defender la existencia misma de la iglesia.
Honestamente la fe cristiana ha sido una de las doctrinas que más han atacado en todo el mundo, muchos se burlan de las creencias cristianas; defienden otras religiones o están a favor del ateísmo, o simplemente son escépticos y necesitan de respuestas que los ayuden a creer.
Muchos de los que defienden su religión, tanto católica, como evangélica. No cuentan con el conocimiento fundamental de lo que es la apologética cristiana y llegado el momento, no saben cómo defender los principios en los que creen y por qué lo creen; esto lo que origina es que se den respuestas erróneas acerca de la doctrina cristiana que terminan ocasionando un terrible daño al evangelio que predican.
La misión de la apologética es ayudar al creyente a comprender mejor la doctrina que predica, para que pueda darle bases firmes a sus creencias. De igual manera, busca responder a las críticas de los escépticos y de los ateos, desarmando su forma de pensar y así poder conducirlos hacia la fe en Jesucristo. Mostrar evidencias a los que no creen en el cristianismo, para así poder ganar más hermanos de fe.