Esta enfermedad ataca no solo a las grandes arterias sino también a las medianas causando el mismo daño. Produce inflamación, hinchazón, así como sensibilidad en los vasos que irrigan sangre al órgano cerebral y miembros superiores del cuerpo. Es más común en las arterias localizadas en la sien, ya que estas son las que ramifican hacia la carótida (arteria localizada en el cuello).
La arteritis se desarrolla frecuentemente en personas mayores a cincuenta años y que tengan ascendencia de personas del norte de Europa. Estudios han revelado que esta enfermedad de células gigantes puede ser hereditaria.
Diversos son los síntomas que presenta la arteritis de células gigantes, entre los más comunes están:
Dolor de cabeza, este puede ser en un lado como forma de punzada o en la parte posterior de la misma, sensibilidad al momento de que la persona se toque el cuero cabelludo, fiebre, malestar general, así como dolor mandibular a la hora de masticar, dolores musculares, debilidad y cansancio en exceso.
Otros síntomas que produce esta enfermedad son en la vista y en ocasiones pueden aparecer de forma repentina. Visión borrosa, visión doble hasta incluso ceguera.
El tratamiento que la persona debe recibir para tratar esta enfermedad o prevenir la misma debe ser clave, ya que sino se trata a tiempo puede ocasionar problemas como accidentes cardiovasculares. Entre los medicamentos prescritos para atacar la enfermedad está la corticosteroides por medio de vía oral, así como también ácido acetilsalicílico.
Si el tratamiento es adecuado la persona que padece la enfermedad empieza a ver mejoría al cabo de unos días, aunque es necesario que el individuo consuma la dosis recomendada por el especialista por al menos un año.
Mientras la persona que padece de artritis esté consumiendo el tratamiento debe evitar fumar y tomar alcohol, así como toma mucho calcio y vitamina D. Otra de las recomendaciones es hacer ejercicios como caminar y finalmente acudir regularmente al médico de cabecera para que haga el chequeo correspondiente.
