El colesterol es una sustancia que se encuentra de manera natural en el organismo y es necesaria para el desarrollo normal del cuerpo. Sin embargo, su exceso en la sangre puede ser perjudicial, ya que al acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos, puede llegar a obstruir los mismos. Siendo esto una de las causas más frecuentes de enfermedades cardiacas. Es por esta razón que los médicos recomiendan un tratamiento con atorvastatina, ya que ayuda a disminuir los niveles de colesterol.
La atorvastatina a diferencia de otras estatinas, como la simvastatina y pravastatina, está compuesta de manera sintética. Fue descubierta por primera vez en 1985 por el químico estadounidense Bruce D. Roth.
La atorvastatina se presenta para la venta en forma de tabletas de 10, 20, 40 y 80 mg, para ser tomadas por vía oral. Su nombre comercial de venta al público es Lipitor. Generalmente se administra una vez al día, con o sin alimentos, y se recomienda hacerlo a la misma hora todos los días. Su uso debe estar bajo vigilancia médica.
De igual manera, el paciente medicado con atorvastatina debe llevar una dieta baja en grasas y en colesterol, además de ejercitarse caminando todos los días al menos 45 minutos, o realizando algún deporte; lo importante es llevar una vida lo más sana que se pueda.
La aplicación de este fármaco puede originar ciertos efectos secundarios, entre los cuales están:
Acidez, flatulencia, diarrea, dolor de articulaciones y en los casos más graves el paciente puede presentar al ingerir atorvastatina; fiebre, náuseas, orina de color oscuro, dificultad para respirar o tragar, sangrado inusual, sarpullido, picazón, cansancio extremo, inflamación en el rostro, lengua, ojos, manos, pies, tobillos. Se recomienda a la persona acudir de inmediato a su médico si presenta algunas de estas reacciones al tratarse con este fármaco.