Los atrapasueños son objetos de poder, que surgieron de la creación de la tribu ojibwa, quienes lo comercializaron en la época de los 60. El aro simboliza el círculo de la vida, la malla son los sueños que se tejen en el tiempo, en el alma y en el movimiento que surge de la vida cotidiana. Suelen ir colgados en la cabecera de la cama.
Según la leyenda, estos amuletos ayudan a conservar los sueños agradables, así como servir de protección a quien lo posea.
La venta de los atrapasueños por parte de la tribu ojibwa fue criticada por las demás tribus, quienes consideraban una ofensa al profanar algo considerado por ellos como sagrado. Muchos de estos objetos son fabricados y comercializados sin el debido proceso místico y de energización, por lo que pierden su esencia, transformándose en un simple adorno.
Los atrapasueños se fundamentan en la siguiente leyenda: “cuentan que hace muchísimos años existió una mujer araña que llevaba por nombre Asibikaashi, esta mujer se dedicaba a cuidar a los habitantes de la tierra, inclinándose sobre las camas de los niños, mientras tejía una delicada y fuerte telaraña, que se encargaba de atrapar todo lo malo entre sus hilos y hacerlos desaparecer al amanecer.”
Este objeto se utiliza mucho en el ámbito del feng shui, la gemoterapia y en muchas otras áreas, en donde el atrapasueños es poderoso y sirve de inspiración espiritual para canalizar las energías divinas
Muchas personas le otorgan diversos significados a este instrumento, lo cierto es, que resulta complicado asegurar si en realidad alejan o no las malas energías, sin embargo este objeto permite tener un mayor aprendizaje en cuanto a la cultura ojibwa y en cuanto a la cultura india en general.
