El Auctoritas Patrum podía definirse entonces como un instrumento para mantener el equilibrio entre las reglas dictadas por y para la sociedad, hechas ley con lo impuesto por la moral y las buenas costumbres. Un visto bueno, un simple detenimiento de la discusión para tomar en consideración un detalle relevante, la posibilidad de decidir completamente a través del Auctoritas Patrum una ley, era posible, ya que era un poder, un privilegio de los grandes patricios que ostentaban el poder en la monarquía romana.
Fue también un importante factor en la creación de leyes comiciales, a medida que iba surgiendo la población, fue necesario un instrumento de control que generara respeto por quienes eran elegidos para el dominio de Roma. En la republica ya comenzaba a tomarse al Auctoritas Patrum como una opinión menos relevante, como un sello de tradición impuesto por una estructura legal concebida en los lazos creados por un derecho consuetudinario y una sociedad unida a sus leyes.
Se nos presenta entonces una compleja etimología de la palabra auctoritas, ya que esta desciende de relaciones con lenguas indoeuropeas que derivan de una conexión entre el latín y otras especies de lenguas nativas de otras regiones, quedando del resultado de una línea de términos: Auctor, Augus y Augustus, que en todas, tienen los matices del control de un poder de la iluminación de las personas que lo poseían. término Auctoritas significa control, decisión obtenida por el poder de dictarla, y este poder era obtenido de la iluminación divina.