También se puede exponer como una representación, incluso una composición de las vibraciones del alma, muchos creen que dependiendo del estado de ánimo en que se encuentre dicho sujeto su aura emana cierto color que lo diferencian del resto. Sin embargo, esto no son más que suposiciones o creencias y aunque algunas han sido probadas, muchos sienten recelos a este tipo de descubrimiento. Por su parte los que sí creen, opinan que además el aura está compuesta por siete capas vinculadas con los chakras (ocho puntos de energía ubicados en diferentes partes del cuerpo de manera vertical) aunado a esto se puede considerar que cada ser humano nace con un color de aura específico que solo una situación fuera de lo común o extraordinaria, podría cambiar.
En el área médica, el aura es un antecedente de una pronta crisis o enfermedad, sobre todo en ataques epilépticos u otras complicaciones. Cuando se trata de explicar de manera sencilla el significado del aura como tal, usualmente está asociada con la palabra energía ya que esta produce movimiento, de ahí el significado de brisa. A pesar de tener un color distintivo en cada humano, la tonalidad cambia debido al flujo de energía constante y la descargas de emociones continuas, esas partículas de energías se encuentran en un cuerpo etérico o sutil, no es más que un elemento intermedio que se divide entre el alma inteligente y el cuerpo físico, así lo denominan algunas filosofías. Dicha denominación procede de significados astrológicos y esotéricos, que explican esto como una entidad espiritual. El ser humano está compuesto por dos cuerpos, el físico (formado por materia) y el espiritual o esotérico que lo conforman los siete centros principales del chakra (ocho puntos energéticos agrupados de manera vertical) y un hilo de energía que conecta cada parte del sistema nervioso, pudiendo así el cuerpo etérico eliminar incluso enfermedades físicas de ser el caso.