El proceso de producción del calostro se inicia durante la gestación, es entonces cuando las glándulas mamarias y los pechos en sí se van adaptando al proceso de amamantar, durante los últimos tres meses del embarazo se empieza a producir lo que se conoce como pre calostro, el cual es una sustancia compuesta por inmunoglobulinas, lactoferrina, sodio, plasma, seroalbúmina y pequeñas cantidades de lactosa, en las últimas semanas de la gestación es muy probable que se produzcan fugas de calostro.
Luego del parto el calostro se puede producir por los siguientes 3 a 5 días, éste posee una tonalidad amarillenta, con una consistencia viscosa, compuesto por el pre calostro que se formó durante la gestación y la leche producida también en la glándulas mamarias, durante esos primeros días de producción es posible que alcanza los 20 ml por cada toma del bebé, lo que en la mayoría de los caso es suficiente para dejar satisfecho al recién nacido. Cada 100 ml de calostro contiene en su composición 54 Kcal, 2.9 gramos de grasa, 5.7 gramos de lactosa y 2.3 de proteínas (Lactoferrina, IgA) es decir 3 veces la cantidad que contiene la leche normal, además de ello se debe destacar también las altas concentraciones de oligosacáridos que transmite el calostro, lo que representa una gran protección para él bebé contra los gérmenes que se encuentran en el ambiente, algunas vitaminas también son de resaltar entre las cuales destaca el betacaroteno.
Existen alguna diferencia entre el calostro y la leche madura, entre las que resalta, el calor, puesto que el calostro posee un color un tanto amarillento y un poco más espeso, mientras que la leche es mucho más ligera y su tonalidad es más clara, el calostro posee grandes cantidades de vitaminas liposolubles y proteínas, además de ciertos minerales.