Casandra obtuvo su deseo de un dios enamorado, pero este fue engañado por Casandra, quien después aseguró no estar enamorada del Dios y no corresponder en su amor, por lo que el Apolo enfurecido la maldijo, haciendo que sus predicciones jamás fuesen creídas por las personas. De esta manera, Casandra sabía cuál era el destino de las personas que la rodeaban y de sí misma, pero como nadie le creía, la tildaban de lunática y no podía cambiar el destino.
Si le hubiesen creído a Casandra, los acontecimientos de la Guerra de Troya hubieran sido evitados. Ella incluso predijo la aparición de ejército Griego en el famoso caballo de madera que cruzó los muros de la ciudad troyana y sorprendió a los pobladores aquella fatídica noche.
Casandra en la guerra fue perseguida por los griegos, en su afán por salvar su vida, fue a esconderse en el templo de Atenea, pero Ajax la descubrió y la llevo con el Rey Agamenón quien la convirtió en su esclava. Finalmente, Casandra tuvo la visión de que moriría junto al rey a su regreso a Grecia de manos de su esposa Clitemnestra, así fue, porque de nuevo nadie le creyó. Su poder de clarividencia la llevó a la muerte.
La historia de Casandra ha sido tomada de referencia por aquellas culturas en las que un acontecimiento es tomado como incierto e imposible y luego se cumple, se le atribuye a la referida maldición. Casandra también se les conoce a las adivinas gitanas, a partir de una telenovela latinoamericana, de igual manera siguiendo la idea de las predicciones emanadas de la historia de la mitología Griega que contamos.