Los castigos en la antigüedad, impartidos por la inquisición y todas aquellas instituciones que no perdonaban un error eran causantes de muerte y enormes sufrimientos. Torturas y mutilaciones son la referencia de diferentes culturas sobre los castigos por faltas como traición a las creencias, robo o asesinato. También observamos que en transcurso contemporáneo, la norma se fue relajando, los derechos humanos fueron tomando un papel crucial en la norma que regula la relación entre las personas.
Antes el castigo estaba diseñado para que el castigado pagará su deuda, crimen o error con sangre, con dolor y sufrimiento, ahora los castigos están diseñados para que la persona corrija el curso de sus acciones y regenere su comportamiento. Muchos sistemas penitenciarios del mundo como el de Estados Unidos, ya no emplean la tortura, pero si la pena de muerte por crímenes atroces o de lesa humanidad, otros países se limitan a castigar a los criminales con presidio y reforma obligatoria. Extraoficialmente, algunos gobiernos atentan contra la integridad de sus presos atacandolos con torturas a puerta cerrada. Cuando se castiga a un niño, no se busca maltratarlo, se busca que aprenda una lección, que le sirve de escarmiento y disciplina educativa.