El cheque es uno de los más utilizados en la actualidad. En este se le ordena a una institución bancaria el pago a determinada persona de una cantidad de dinero establecida en el documento. En otros términos, el librador autoriza al librado a otorgar una cantidad de dinero a un tercero, llamado, normalmente, beneficiario. Para que tenga completa validez, la cuenta corriente de donde se efectuará el retiro de dinero debe tener fondos como para cubrir la cantidad a pagar. Para el cobro se ha propuesto un límite de al menos 180 días.
Existen distintos tipos de cheques, como lo pueden ser: el cruzado, que establece, el portador debe cobrar con la mediación de una entidad bancaria; para abono en cuenta, que exige se deposite el dinero directamente en la cuenta del portador, es decir, no puede ser entregado en efectivo; el cheque certificado, que posee la confirmación, por parte de una entidad bancaria, de que el librador posee la cantidad de dinero necesaria para cancelar el monto; el cancelatorio, aquel que, por tener cantidades de dinero muy elevadas, no puede ser cobrado en efectivo; el cheque de pago diferido, en el que se ordena a la institución bancaria el depósito, a su orden, de una cierta cantidad de dinero a una fecha determinada; además, se encuentra el cheque viajero, expedidos por la institución de crédito hacia la misma, de cuyo pago se encargaría otra sucursal.