Las citocinas son partículas cuyo peso molecular es bajo, son de gran importancia en funciones vitales como la maduración y diferenciación celular, también en la hematopoyesis, la reparación tisular, entre otros. Poseen la capacidad de establecer la comunicación entre una célula y otra, tienen un papel importante en el movimiento, diferenciación, proliferación y la muerte celular.
Hasta la fecha se conocen a más de 100 péptidos considerados como citocinas, siendo todos y cada uno diferentes tanto en su estructura como en la genética, su efecto tiene gran alcance y ellas actúan uniéndose a la superficie celular a través de receptores, dependiendo del tipo de célula que la produzca puede variar su nombre, por ejemplo, la citocina producida por los macrofagos es denominada monocina, mientras que la producida por los linfocitos es llamada linfocina.
Las citocinas se encuentran clasificadas según el lugar o la etapa de la respuesta inmune en la que se encuentre actuando en cuatro tipos:
Citocinas que poseen función extra-inmunológica y homeostática, ellas actúan formando cadenas, en procesos como la hematopoyesis, la remodelación ósea, también actúan en el desarrollo embrionario. Éstas a su vez se clasifican según su posición funcional en tres tipos, las que actúan en las células multilineales, las que realizan su efecto en líneas de células ya establecida y aquellas que por su cuenta no causan efecto, pero pueden llegar a actuar en otras citocinas.
Citocinas que actúan en reacciones inflamatorias: son aquellas que actúan en la respuesta inmune específica, además de estimular la inmunidad celular algunos ejemplo de ellas son, las interleucinas 1, 8 y la interleucina 12.
Citocinas en la inmunidad humoral: se encarga de la producción de anticuerpo a través de los linfocitos b, ejemplo de estas citocinas son, las interleucinas 4, 5, 6, 10 y 13.
Citocinas en el desarrollo de la inmunidad celular: las principales citocinas que actúan en este proceso son el interferón gamma y la interleucina 2.