En sus tiempos de apogeo este anfiteatro tenía la capacidad para albergar a 50 mil persona, siendo los senadores en conjunto con el emperador quienes se concentraban en las gradas que se localizaban cerca de la arena. Mientras que los niveles inferiores de las clases sociales en los niveles superiores, siendo los últimos niveles ocupados por los estratos más bajo. En él se daban cita los mejores luchadores de la época a los que se les conocía como gladiadores, para luchar en eventos públicos. El emperador Vespasiano fue el encargado de dar inicio a su construcción en el año 70 d.C. y fue finalizado 10 años más tarde en el 80 d.C por el entonces emperador Tito. Posteriormente sufrió modificaciones que fueron hechas durante el mandato de Domiciano XV.
Fueron casi 500 los años durante los cuales se utilizó el coliseo, siendo la sede de los últimos juegos en el siglo XI, ya que a pesar de que dos siglos antes fue la caída del propio Imperio Romano los bizantinos hicieron uso de él. Las peleas entre los gladiadores no eran el único evento que tenía lugar en el coliseo, evento tales como las ejecuciones o incluso las representaciones teatrales de grandes hechos mitológicos eran realizadas en el coliseo. Durante la Edad media fue utilizado para diversas funciones, entre las que destacan su uso como fortaleza, fábrica y también como la diócesis de una secta. Gran cantidad de material de construcción fue extraído de ese lugar, siendo utilizado para la construcción de otras edificaciones, posteriormente fue convertido en un monumento santo en honor a los cristianos caídos en los primero años de la religión, lo que evitó que se continuará deteriorando.
En la actualidad la estructura se encuentra bastante deteriorada por los embates del tiempo y el clima, pero a pesar de ello no ha dejado de ser considerado como un símbolo que representa al Imperio Romano, siendo uno de los ejemplos más significativos de su arquitectura.
