Se está en presencia de este síndrome cuando no existe trastorno metabólico o estructural, o alguna infección que justifique la aparición de los síntomas.
El SII es muy difícil de identificar, ya que no existe una prueba o análisis clínico específico que sirva para diagnosticar y poder tratar este síndrome, además que con frecuencia se relaciona con otras enfermedades como la fibromialgia, depresión y fatiga crónica, además con otras alteraciones como la lumbalgia y cefaleas.
Es así como existen otros síntomas que, acompañados de los principales, ayudar a caracterizar o diferenciar el síndrome, estos son: frecuencia anormal en el número de deposiciones, heces caprinas, heces pastosa o líquidas, sensación de urgencia para defecar, sensación de evacuación incompleta, esfuerzo para conseguir la deposición, presencia de moco en las heces y sensación de hinchazón y/o gases abdominales.
Por otra parte, los alimentos que se ingieren son de vital importancia para las personas que padecen colon irritable, ya que la mayoría de ellos tienen síntomas leves, o que van y vienen, los cuales son comúnmente relacionados con la comida o el estrés. En estos casos es necesario identificar cuales son los alimentos que provocan la aparición de los síntomas e intentar evitarlos lo mas que se pueda.
Estudios han revelado que los alimentos que mayormente provocan los síntomas son: el café, el alcohol, los lácteos y las comidas ricas en grasas. También se recomienda evitar o reducir el consumo de papas, pastas, pan, pizza, tortas, coliflor, repollo, brócoli, granos como garbanzos, lentejas y guisantes, las verduras de hoja, las salsas con aceite frito, cítricos, picantes, cebollas y pimientos.
Sin embargo, esta dieta no es estricta ni homogénea para todos los casos. Es por ello que la persona debe enfocarse en identificar cuáles son los alimentos que activan el encendedor de los síntomas, para crear su propia dieta y así tratar de llevar una vida óptima. También, el consumo de agua ayuda mucho a evitar los síntomas.
Es muy importante que la persona que padece colon irritable entienda que la causa del dolor que siente, no es una enfermedad que amenace su vida, como el cáncer por ejemplo. Así, incluso las emociones influyen en el aumento o alivio del dolor, ya que se dice que este síndrome es causado en muchos casos por la influencia de factores psicológicos, que producen las alteraciones y/o la sensibilidad digestiva.