Los 80’s estuvieron marcados por la aparición de las ventas en televisión, en la que se hacía uso de un recurso tan importante como el catálogo; la dinámica que despedía algo de anonimato en el trayectoria, atrajo a muchos clientes y se convirtió en un suceso tan importante que se crearon canales destinado sólo a ello. “Sólo se necesita un teléfono y una tarjeta de crédito disponible”, siendo esta especie de lema el sistema que rige las compras electrónicas, sin importar el tipo de dispositivo que se utilice, en la mayoría se eligen para poder entablar una conexión con el vendedor y el cliente.
Existen muchas ventajas con respecto a la elección de este medio como predeterminado para realizar compras, porque, como se puede notar, ofrece mucha más comodidad y alcance para el usuario, del que puede elegir tranquilamente lo que necesita, estando disponible para ello una amplia gama de productos. Aunque, en algunos casos se llevan a cabo estafas, vendiendo artículos que nunca llegan al cliente que lo ordenó; los delincuentes logran convencer al comprador para dar sus datos o lo presionan para que realice el pago antes de que se concrete la operación.