La condicionalidad es aplicada más que todo por instituciones que ofrecen servicios públicos y organizaciones sin fines de lucro que ofrecen ayuda a personas que la necesiten. El fin de la condicionalidad es básicamente filtrar la ayuda, para así evitar un colapso del sistema. Existen personas dedicadas a burlarse del sistema de gestión de beneficios y pretenden sobrevalorar más la escena que se tiene del panorama, aprovechándose de los recursos que en muchos casos no les corresponden. La condicionalidad, ayuda en parte a formar un sistema de seguridad para aquellos que si poseen las condiciones requeridas para poder disfrutar de la ayuda que se les ofrece.
La condicionalidad ayuda a la evolución del sistema, así como también genera más proyección en las ideas que se tengan dentro de la información y alimenta la cadena de producción de esta a fin de hacer el procedimiento más ágil. En algunos casos, la condicionalidad es portadora de herramientas para incluir a quienes han sido ignorados por algunos sistemas que parcializan los fondos que deberían de ser destinados a una ayuda, bien sea social, económica o productiva. La condicionalidad es una herramienta administrativa de alto calibre la cual proporciona una organización efectiva dentro de las instituciones que mueven masas de personas, cada una con una data correspondiente.