Los criptogramas son mensajes cifrados que, para ser descubiertos, se debe seguir una serie de patrones, haciendo uso de letras o números. El método empleado para ocultar la frase, es llamado “cifrado por sustitución”, que consiste en suplantar el símbolo real o perteneciente al cuerpo del mensaje, con uno completamente distinto; el individuo que se dedica a resolver el enigma, generalmente lo logra con ayuda de la sustitución inversa. Es por el aspecto antes mencionado, que la criptografía toma un importante papel dentro de la creación de los criptogramas, pues, es gracias a esta que es posible cifrar los mensajes.
Es importante resaltar que los criptogramas, en sus orígenes, no era utilizados como una herramienta de recreación, sino que su propósito era el de cifrar y mantener bajo secreto, los mensajes militares. Fue en la Edad Media cuando cierto grupo de monjes se dio a la tarea de diseñar juegos ingeniosos, entre los que incluyeron a los criptogramas, popularizándolos; esto se acentuó, cuando el escritor estadounidense Edgar Allan Poe y el también escritor francés Jules Verne, incluyeron criptogramas en sus historias.