Los budistas tibetanos consideran que tras la muerte de un Dalái Lama, su conciencia se demora alrededor de 49 días, a lo máximo, para reencarnar en un niño que ya desde su nacimiento, demuestra señales de su carácter particular, convirtiéndose entonces, en el nuevo Dalái Lama. Desde su infancia reciben una cuidadosa enseñanza, con la finalidad de que puedan aprender todo lo referente a la vida de un budista. Aprenden a meditar, siguiendo un difícil tiempo de estudio y práctica. Cuando llegan a la mayoría de edad, ya son conocedores de todos los aspectos de su tradición.
El Dalái Lama debe demostrar la esencia y la actitud que debe representar un budista. A lo largo de la historia, han existido 14 Dalái lamas, el último y actual se llama Tenzin Gyatso.
Tenzi Gyatzo, nació un 06 de junio de 1935 al noroeste del Tíbet, en el seno de una familia campesina de una pequeña villa llamada Taktser. Cuando contaba con apenas 2 años de edad, y siguiendo la tradición tibetana, fue reconocido como la reencarnación de su antecesor, es decir que sería el nuevo Dalái lama.
Cuando cumplió los 15 años de edad se le asignó la responsabilidad política de ser el nuevo jefe de estado. Por esos días el Tíbet estaba siendo amenazada por china, quien pretendía invadir y someter a los tibetanos budistas. Muchos fueron los esfuerzos a fin de poder llegar a buen entendimiento, sin embargo no fue suficiente y Pekín continúo con sus pretensiones.
El Tíbet realizó numerosas rebeliones populares con la finalidad de lograr su independencia, el Dalái Lama tuvo que ser exiliado políticamente en la india. Desde el año 1960 el Dalai lama se ha encargado de conservar la cultura tibetana, manteniendo una dura batalla por la reconstrucción de las instituciones del estado tibetano.
En el año de 1989, el Dalái Lama se hizo merecedor de un premio nobel de la Paz, por ser considerado un defensor de la pluralidad ideológica y de la armonía entre todos.