En los últimos años, como consecuencia del gran avance que ha tenido la delincuencia de menores, lo expertos se han dado a la tarea de llevar a cabo investigaciones e informes, desde distintos puntos de vista, para analizar este fenómeno que a medida que pasa el tiempo crece, por lo tanto, resulta imposible determinar un único factor como desencadenante de este accionar, puesto que la realidad es que son muchas las condiciones que suelen disponerse alrededor de un joven, para que éste decida cometer un delito.
Cabe acotar que existen una serie de factores que pueden propiciar que unos menores y no otros, caigan en el ámbito de la delincuencia. Entre tales elementos se pueden resaltar el hecho de vivir en un entorno conflictivo en el que la delincuencia es algo del acontecer diario, otro factor es abusar del alcohol y de las drogas, también tener amistades que no aportan nada bueno a la persona, trastornos de conducta, tener episodios depresivos constantemente etc.
Tales circunstancias y otras muchas más, son las que motivan a gran parte de la población juvenil a que caigan en bandas donde se propicie la violencia, además de asociarse con asuntos de drogas, en robos o en cualquier otro tipo de conducta ilegal.
Cuando se presenta algún delito cometido por un joven, lo habitual es que sean los tribunales de menores los responsables delegados para que realicen el análisis del caso y también de establecer la sentencia que se ajuste mejor.
Los expertos consideran que para poder evitar que se produzcan casos de delincuencia juvenil, es sumamente importante que desde las autoridades pertinentes se tomen medidas dentro del ámbito educativo, familiar e incluso en el tratamiento relacionado con el consumo de sustancia psicotrópicas.