Se dice entonces que dicho individuo es devoto cuando se entrega totalmente en cuerpo y alma a algún culto u obra religiosa; estas personas poseen una fe grandísima sobre lo que están haciendo, la realización de dichos rituales se vuelven costumbre para ellos, dentro de dichas costumbres se puede citar: visitas a la iglesia, plegarias dirigidas a un santo o ente religioso diurna y nocturna, entrega de ofrendas en una fecha del año en especifico, días donde se hagan atenciones especiales para dichos entes espirituales, etc.
Para la religión cristiana y demás costumbres monoteístas, por ejemplo perseguir conocimiento sobre la devoción para el Omnipotente, se encuentra reservado para el estudio de la Biblia, ya sea como individuos o como una familia.
El origen de este término se remonta a la antigua Grecia, donde ser devoto significaba infinito amor y respeto hacia sus padres por el solo hecho de venir de ellos, o que estos sean sus progenitores; ser devoto a tu familia significaba adquirir un gran compromiso con ellos, donde no se podían cuestionar sus opiniones y se estaba obligado a cuidarlos cuando fueran ancianos, poco después esta conceptualización se amplió hacia el camino de la fe.
De acuerdo a todas las descripciones ya expuestas muchas personas indican como devoto de alguien, en las situaciones donde un individuo se somete a los caprichos de otro, donde cumple todos sus deseos, complace sus antojos, entre otras situaciones en las cuales el individuo presente obediencia voluntaria por ese tercero. Ejemplos de frases donde esta palabra se utiliza en este sentido sería: “Ana es devota de sus hijas, siempre les compra lo que quieren”; “Marcos se encuentra en devoción con su novia por el amor que le tiene”, etc.