La dolomita es un mineral abundante en la naturaleza, es por ello que es muy frecuente encontrar este material en zonas profundas. Ésta es una de las principales materias primas para la elaboración del hormigón, además de ser un material fundamental en lo que son la fabricación de las carreteras en la actualidad, la forma más común de presentarse es como dolomía, las cuales se formaron inicialmente como yacimientos marinos de piedra en aguas poco profundas que posteriormente fueron modificados con el fin de que la dolomía con concentraciones de magnesio importante se desplaza a través de ellos.
Este mineral fue descubierto a finales del siglo XVIII por un geólogo de origen francés llamado Deodat de Dolomieu y es gracias a él que se deriva el nombre de dolomita, una rasgo característico de este material es su capacidad de reaccionar cuando se fusiona con ácido clorhídrico al 5%, sin embargo su forma de reaccionar es distinta a la del carbonato de calcio en un estado más puro. Su forma es la de cristales con forma de rombo un tanto aplanados y doblado en forma de silla para montar, aunque también se puede encontrar en la naturaleza con formas más estilizadas o incluso en pequeño cúmulos granulares.
Uno de los usos más frecuentes para este material es en la fabricación de cemento, donde es sometida a altas temperaturas, en algunos casos se puede llegar a incinerar por completo con el fin de obtener cal. Su dureza y resistencia lo hace un material muy valorado en la industria de la construcción, ya que le proporcionará dichas características a las diferentes construcciones en donde se utilice.
