Muchas veces las donaciones de capital se realizan para financiar la estructura permanente de otra empresa. Asimismo, dicha donación puede hacerse a modo de préstamo sin intereses (que ya no es donación), ubicando la cantidad donada en el renglón de pasivos de la empresa; como también puede hacerse de manera no reintegrable, de manera tal que quien recibe la donación no tiene que devolver nada, en lo absoluto. Para que ello se cumpla debe realizarse un acuerdo individualizado de concesión de la donación.
Para ello la organización que recibirá la donación debe estar en condiciones, es decir, debe cumplir con una serie de requisitos que la postulen como la mejor opción para que se le otorgue una donación.
En el caso de ser una donación no reintegrable, se ubica en la cuenta de pérdidas para quien dona y se ubica en la cuenta de ganancias, como ingresos, para la organización que lo recibe. Esto en sentido contable, para que se entienda como se lleva el registro de ese dinero o de esos bienes. La donación no reintegrable, representa en sí el significado pleno de la donación de capital.
En algunos países, la tributación fiscal, concede a las empresas o particulares, contribuyentes con la nación realizar donaciones, las cuales serán descontadas de la acumulación de dinero que le deban cancelar al estado en impuestos.
Esto ha permitido que muchas organizaciones se vean beneficiadas por los aportes monetarios y de bienes que las empresas realizan, ya que las empresas dirigen el dinero que deben cancelarle al estado a organizaciones sin fines de lucro, como fundaciones, casas hogares y geriátricos, para contribuir con su funcionamiento y así ayudar de igual forma a la comunidad.