Economía Heterodoxa
El mundo ha visto cómo grandes imperios se desarrollan, conquistan tierras, enaltecen a sus gobernantes, viven en la cúspide del éxito y, luego, desaparecen. Este filtro puede aplicarse, también, a la economía; sin embargo, esta no parece caer de ninguna forma. En sus momentos más primitivos, se llamaba economía a sistemas de intercambio, en los que se destacaba la cooperación entre diversas naciones. Con el fin de la Edad Media y el feudalismo, el desarrollo de la economía, tal y como la conocemos en nuestros días, inició. con esto, el nacimiento, auge y caída de diversas escuelas económicas, como la clásica, la neoclásica, la marginalista, la marxista, entre otras.
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Históricamente, se ha considerado que la economía heterodoxa prefiere apreciar la economía como parte de las ciencias sociales, y no establecer una actuación específica, racional y previsible. Los actores (individuos), no están sujetos a ningún comportamiento, por lo tanto, los procesos económicos pueden tomar un curso distinto; además, todas las interpretaciones son subjetivas. Tradicionalmente, se ha considerado que se basa en el esquema “racionalidad-individualismo-equilibrio”.
Es posible, sin embargo, ubicar un estudio económico heterodoxo al observar la ausencia de la “racionalidad de los agentes económicos”, un principio de la economía neoclásica en la que una empresa, persona o institución, maximiza las posibilidades dentro de un modelo con incertidumbre. En su lugar, en esta escuela se prefiere sumergir al individuo dentro de la sociedad, ver al tiempo transcurrido como historia y apoyar el razonamiento individual influenciado por el entorno. Rechaza, igualmente, todas las bases teóricas sobre las que se estructura la economía neoclásica.