Los materiales y las técnicas utilizadas para la construcción de edificios estaban cambiando con el avance de la historia. En este afán surgió la arquitectura, que no es otra cosa que el arte y la técnica que se encarga de proyectar y diseñar los edificios y cualquier otro tipo de estructura que conforma el espacio que habitamos los seres humanos.
La noción de construir, en su sentido estricto, permite nombrar cualquier construcción hecha por el hombre. Una iglesia o un teatro, por ejemplo, son edificios. Sin embargo, el lenguaje cotidiano apela al término para referirse a construcciones verticales que tienen más de un planta o piso.
Los edificios, por lo tanto, están vinculados a rascacielos o torres, que generalmente funcionan como viviendas permanentes para personas o cuyas instalaciones se utilizan para la instalación de oficinas. Por ejemplo: «Mi tía vive en un edificio que tiene 22 pisos», «Con tantos edificios en la costa, la playa tiene cada vez menos sol».
Entrando en la cuestión técnica de la construcción, nos encontramos en el mismo con los siguientes componentes: ala (esa parte que se extiende por un lado y está en relación con otro), pórtico (es un área abierta formada por columnas o arcadas dispuestas en el frente al edificio), peristilo (pórtico ubicado alrededor del edificio), atrio (es un patio interior del edificio y en las iglesias es un espacio exterior), vestíbulo (es el primer ejemplo interior del edificio, seguido por el puerta y que permite el acceso al resto de las habitaciones o partes del edificio), galería (es un área abierta al exterior, la sala de juegos suele tener el diseño) y coronación (es la parte superior del edificio, que tiene el función de coronar el mismo), entre los más destacados.
Por otro lado, los cuerpos del edificio están a su vez compuestos de miembros principales y otros secundarios. Los principales destacan los soportes o sujetadores (columnas y paredes) y los soportes (entablamento, bóvedas, arcos y techos).
Además de todo esto, no podemos ignorar que durante algunos años se ha hablado mucho de los denominados edificios sostenibles, que son aquellos que se construyen no solo con materiales ecológicos, sino también apostando por la introducción del uso de energías renovables.