Los resultados obtenidos luego de diversos estudios arrojaron que menos de la mitad de los pacientes a los que se les fue suministrado egolix reaccionaron positivamente al tratamiento, por lo que aún se estudia para mejorar el porcentaje de éxito.
Los efectos secundarios más frecuentes que puede causar el egolix es dolor de cabeza, diarrea, náuseas y vómitos, dolor en la mandíbula, mialgia (dolor muscular), dolor en las extremidades, artralgia (dolor articular) y el enrojecimiento. Estos efectos son leves o moderados y se ven con mayor frecuencia mientras se está aumentando la dosis, aunque esto suele pasarle a uno de cada diez pacientes.
Se espera que egolix sea presentado en comprimidos de 200, hasta 1400 y 1.600 microgramos. El tratamiento debe iniciarse dependiendo las indicaciones del médico, aunque para mayor efecto se espera que una dosis de 200 microgramos dos veces al día, aproximadamente con 12 horas de diferencia. La dosis se aumenta entonces semanalmente, con tal de que se tolere, a un máximo de 1.600 microgramos dos veces al día. Los pacientes pueden tolerar el tratamiento mejor si se toman sus pastillas con la comida y tomar el primer comprimido de un aumento de la dosis de la tarde en lugar de por la mañana. Si el paciente no puede tolerar un aumento de la dosis, el médico puede tener que reducirla.