El origen de este es atribuido a un jurista de origen italiano de nombre Andrea Alciato, quien creó más de 90 epígrafes latinos, otorgándole un título a cada uno de ellos, trabajo que terminaría por dedicar a Maximiliano Sforza, sin saberlo su creación terminaría llegando a las manos Steiner, quien fuera un impresor de la época, el cual tuvo la idea de a cada epígrafe añadir una imagen referente, trabajo que sería responsabilidad de Breuil, finalmente la obra fue publicada en el año 1531 con el nombre de Emblematum liber, logrando un éxito rotundo.
Los emblemas se encuentran conformados por 3 elementos principales, la primera es sin duda alguna la figura, la cual se encontraba por lo general grabada en algún objeto, su importancia era relevante puesto que la misma debía ser contundente al momento de querer transmitir a través de ella es decir el criterio moral del misma, para que de esa forma quede guardado en la mente de quien lo observe. En segundo lugar se encuentra el título, este puede ser una especie de dictamen, que por lo general está escrito en latín y cuyo propósito principal es servir como guía para complementar lo que se quiere transmitir con la imagen. Finalmente cuenta con un argumento, quién es el encargado de relacionar lo que se quiere decir con la figura y a su vez lo que dice el título, era frecuente que estos textos fueron escritos en forma de texto, mientras que el idioma con el que era escrito dependería de la lengua que hablase el receptor.