Una emboscada es el ocultamiento de una o más personas para poder atacar con sorpresa a otro u otros. Por ejemplo: «El enemigo preparó una emboscada para ellos y su ejército fue diezmado».
Josué empleó hábilmente la emboscada cuando atacó a Hai, apostando a 5.000 hombres en la ciudad por la noche y desplegando el cuerpo principal del ejército al norte de la ciudad. A la mañana siguiente atrajo a los defensores de la ciudad después de él, fingiendo una derrota, lo que permitió a las fuerzas de la emboscada entrar en la ciudad y tomarla. (Jos 8: 2-21).
La disputa que surgió entre los terratenientes de Siquem y el hijo de Gedeón, Abimélec, tuvo que ver con las emboscadas. (Th 9:25, 31-45.) Sansón fue objeto de emboscadas filisteas. (Jueces 16: 1-12) Saúl emboscó a Amalec y más tarde acusó a David de haberlo emboscado. Otras emboscadas fueron las que ocurrieron durante la guerra entre Israel y la tribu de Benjamín (Jn 20,29-44), la infructuosa emboscada de Jeroboam contra Judá (2 Crónicas 13: 13-19), que confundió a los que atacaron a Judá en la días de Josafat (2 Crónicas 20:22, 23), los mencionados en el relato de la caída de Jerusalén (Lam 4:19) y la emboscada que Jehová decretó contra Babilonia. (Jeremías 51:12) Jehová protegió a los exiliados judíos de sus emboscadas en su camino de regreso a Jerusalén. (Esdras 8:31, véase la GUERRA.)
Cabe señalar que esta es una técnica muy antigua. Así los romanos tuvieron que aprender nuevas formas de lucha y uniformidad para afrontar los ataques de indígenas como Viriato. Más tarde, el uso frecuente de esta táctica privó a España de la mayor parte de sus bosques porque, durante la invasión musulmana, fueron quemados para forzar al enemigo a salir al aire libre.
Posteriormente, la invención de explosivos dio un nuevo carácter a esta técnica al conferir a unidades pequeñas y no muy numerosas el poder de destruir columnas enteras, incluso blindadas, en escaramuzas pequeñas pero feroces. Así, los afganos pudieron acabar con todo un ejército británico, hasta ahora invicto, al pasar por un desfiladero en el camino a Jalalabad durante el siglo XIX.