En el área comunicacional, se encubre o distorsiona un mensaje para hacerlo más atractivo o evitar el uso de frases con connotaciones negativas en algún sentido. Otra estrategia de encubrimiento es el uso de circunloquios, es cuando se amerita rodeos en una explicación o no decir las cosas directamente y sin tapujos. Existen variables de mecanismo en lenguaje usados para encubrir, como son: la ironía, el doble sentido, el lenguaje figurado o el uso de metáforas.
En el caso de los actos delictivos, es cuando alguien comete un delito y puede necesitar de alguien más para que esa acción ilegal no sea conocida, la persona coaccionada o la que ayuda al delincuente quien también es penado por la ley, por ser una colaboración ilegal que obstaculiza el papel de la justicia. El papel del encubridor es alguien que facilita una coartada al delincuente aunque no haya participado directamente en el acto delictivo, ya que con su acción está favoreciendo al delincuente.
En el derecho, el delito de encubrimiento es sujeto a controversia y debate, en el caso de padres que no denuncian a sus hijos por un delito, ya que es más un dilema moral que encubrimiento, pero a la hora de valorar la acusación se hace difícil determinar si es ilícito o no. Legalmente el encubrimiento también afectaría a los padres, pero jurídicamente hay un debate abierto sobre qué penas deben aplicarse a los parientes directos que encubren a sus familiares, ya que en el caso de los padres ellos están obligados a la protección de sus hijos.