Los cuatro elementos o principios fundamentales del epicureísmo para una vida feliz radican en la ideología de que no existe ningún motivo para temer a las posibles deidades, dado a que no pueden llegar a tener contacto con nosotros de ninguna manera, bien sea para castigarnos o ayudarnos, por lo que alude que ni los temores ni las plegarias poseen utilidad alguna; otro punto es que debe existir ningún motivo del porque temer a la muerte, debido a que no es «nada» para nosotros; seguidamente explica que el mal y el dolor son sencillos de evitar; que ningún sufrimiento o padecimiento dura tanto tiempo o para siempre y dependiendo de su severidad se conoce su periodo de tiempo; además dicta que el bien y el placer son sencillos de conseguir; finalmente declara que donde existe el placer no hay lugar para el pesar y el sufrimiento.
Para el filósofo Epicuro un individuo encuentra la felicidad al instante que aprende a controlar sus miedos, además del miedo a cualquier deidad, al fin de su vida o incluso al futuro; este también tenía la percepción que el universo como tal no tenía límites sino que era eterno, erigido por cuerpos constituidos por átomos indivisibles y por espacio.