Los síntomas que se pueden presentar van a variar dependiendo de las personas que los padecen, ya que algunos pueden sólo tener pérdidas de ausencia leves, mientras que otros pueden llegar a perder el conocimiento y temblar de forma descontrolada. Por lo general los ataques epilépticos suelen ser similares unos a otros, en ciertos casos la personas que los sufren pueden tener la sensación de hormigueo o de olores que no existen, así como cambios de humor repentino, todo esto antes de los episodios convulsivos.
Ésta patología es causada cuando en el tejido del cerebro se presentan cambios permanentes, provocando un descontrol en dicho órgano, a causa de ello el cerebro envía señales anormales que provocan las convulsiones. La epilepsia puede ser provocada por lesiones que causen daño directo en el cerebro, trastornos médicos y en algunos casos las causas son desconocidas, los principales responsables de los ataques epilépticos son los siguientes.
- Vasos sanguíneos cerebrales anormales.
- Enfermedades que destruyen el tejido del cerebro.
- Trastornos del metabolismo desde el nacimiento.
- Tumores en el cerebro.
- Infecciones como la meningitis, VIH/SIDA ,encefalitis y abscesos cerebrales.
- Accidentes isquémicos transitorios o accidentes cerebrovascular.
- Mal de Alzheimer.
- Lesiones traumáticas en el cerebro (pueden ocurrir, durante el embarazo, nacimiento o después de él).
Para prevenir los ataques epilépticos, no existe ningún método conocido hasta ahora, pero existen formas de disminuir las posibilidades de que se manifiesten en las personas, una dieta balanceada y el buen dormir son una de las recomendaciones que los especialistas suelen ordenar, evitar ingerir bebidas alcohólicas y el consumo de sustancias psicotrópicas, pueden ayudar a bajar las probabilidades de los ataques. En los casos de epilepsia por traumatismos en el cerebro, se recomienda hacer uso de las herramientas de seguridad al realizar actividades de alto riesgo (casco) al conducir usar siempre el cinturón de seguridad.
Para tratar la epilepsia se suelen utilizar fármacos administrados de forma oral, la dosis administrada dependerá del tipo de episodios epilépticos presente el paciente, de ser necesario se puede incrementar la dosis del medicamento, estos fármacos deben ser tomados al pie de la letra ya que de no ser así pueden ocasionar la aparición de nuevos ataques. En caso de que el tratamiento no genera ningún cambio en el paciente, el médico tratante puede utilizar la cirugía como una opción, extirpando las células dañadas del cerebro que producen la epilepsia.