Cuando hay alguna infección en la piel, sin duda alguna el síntoma que más fácilmente se puede apreciar, es el eritema, el mismo pueden indicar que hay inflamación en la zona donde se localiza, por lo general su rango es pequeño, formándose un halo, que rodea la zona donde hay molestia, ya sea escozor, ardor, dolor, entre otros, según sea el caso.
A pesar de que no se considera una situación de alto riesgo, es importante que la persona siempre esté atenta al eritema, ya que el mismo se puede tratar de un síntoma de alguna patología de mayor gravedad, por tal razón si eritema se mantiene durante mucho tiempo lo más recomendable es que se dirija a un especialista para que sea él quien le indique el tratamiento adecuado. Por lo general el enrojecimiento desaparece muy rápidamente, sin embargo para poder mantener bajo control el escozor y la inflamación se pueden utilizar cremas o lociones especiales, siempre y cuando el doctor le haya recomendado.
Los eritemas pueden ser de varios tipos, entre los más frecuentes destacan los morbiliforme, caracterizados porque las placas se encuentran interrumpidas por regiones de piel sana. Otro tipo son las escarlatiniformes llamadas así ya que tienen mucho parecido a las que provoca la escarlatina, en donde las placas tiene una tonalidad roja intensa que no está interrumpida por piel sana. También están los llamados los rubeoliformes ya que por lo general se presentan por infección de rubéola, ésta se caracteriza por presentar diversas zonas rojizas.